
En general, la Superintendencia de Educación tiene al menos cinco funciones que son de gran relevancia, tales como: (i) fiscalizar el cumplimiento de la normativa escolar; (ii) fiscalizar el uso de los recursos entregados por el Estado; (iii) sancionar a los establecimientos educacionales que incumplan normativa legal; (iv) atender denuncias y reclamos efectuados por la comunidad educativa y, por último, (v) proporcionar información que requiera la comunidad escolar.